Cada vez que sucede un accidente humano causado por un animal se aumenta el ingreso de perros rechazados por sus dueños. Cuando el profesional se acercó al albergue para entregar la perra pit bull que recientemente le habíamos esterilizado, luego de los consabidos rodeos y argumentos para evadir la situación, reconoció que no quería seguir teniendo en su hogar un “arma mortal”. Afuera en el carro, la hija adolescente sufría la incertidumbre de lo que sucedería con el animal. Tenía fresca la noticia del ataque a una niña en el vecino municipio de Envigado quería descargar su temor en nosotros. Al explicarle el futuro del animal se negaba a asumir no sólo los costos sino también la decisión final.
Cuando salió del albergue, liberado de su problema, tratando de tranquilizar a su hija le decía en voz alta: “A la perra se la van a llevar para una finca”. De todas maneras evitó que su hija se enterara del destino que le esperaba al animal. Según él, era una mentira piadosa. Esa clase de “mentiras piadosas” tienen lleno el albergue de la Sociedad Protectora de Animales. Como si estuviéramos actuando mal, como si fuéramos enemigos de los animales. Es entonces cuando aparece la reacción y se nos acusa de mata perros.
Es la actitud que asumen quienes quieren quitarse un problema. Para que nosotros definamos su suerte y asumamos su costo. Para que la bondad con los animales se traduzca en la muerte.
Al fin ellos han tranquilizado su conciencia.
Por Aníbal Vallejo R., Presidente “Sociedad Protectora de Animales” de Medellín-Colombia EL MUNDO.
Cuando salió del albergue, liberado de su problema, tratando de tranquilizar a su hija le decía en voz alta: “A la perra se la van a llevar para una finca”. De todas maneras evitó que su hija se enterara del destino que le esperaba al animal. Según él, era una mentira piadosa. Esa clase de “mentiras piadosas” tienen lleno el albergue de la Sociedad Protectora de Animales. Como si estuviéramos actuando mal, como si fuéramos enemigos de los animales. Es entonces cuando aparece la reacción y se nos acusa de mata perros.
Es la actitud que asumen quienes quieren quitarse un problema. Para que nosotros definamos su suerte y asumamos su costo. Para que la bondad con los animales se traduzca en la muerte.
Al fin ellos han tranquilizado su conciencia.
Por Aníbal Vallejo R., Presidente “Sociedad Protectora de Animales” de Medellín-Colombia EL MUNDO.
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