De toda la ciudad de Medellín llegaron a engrosar la población del albergue de la Sociedad Protectora de Animales, en el mes de junio, 140 nuevos animales.
De ellos 57 eran perras de las cuales 4 estaban preñadas, 34 perros y 13 cachorros, 6 gatos, 16 gatas, 14 mininos, 8 presentaban fracturas por accidentes de tránsito y se practicó un promedio de dos eutanasias diarias.
Del total de la población sólo fueron adoptados 16 perros y 2 gatos. Esta es una pequeña parte de los casos que podemos atender. Los otros son lanzados a las calles a vivir en una incertidumbre de maltrato y crueldad. En el sector de la Minorista, incluida la Plazuela de Zea, la Avenida Regional del Rio, el barrio San Benito, son abandonados muchos caninos que presentan deficiencias físicas.
Como causas del abandono de los animales domésticos se detectan: vejez, preñez, problemas de piel, dificultades respiratorias, crías no buscadas, limitaciones económicas de los dueños, cambio de vivienda de sus propietarios, rechazo de alguno de los padres, oposición de las administraciones de las unidades de vivienda.
Y en el caso de los animales de la calle, el maltrato a que son sometidos por vecinos del lugar.
Es doloroso el caso atendido en el barrio Aranjuez de un perro quemado con agua caliente en varias ocasiones. Y en el Pedregal de un perro apaleado.
Normalmente se reciben varias llamadas para pedir nuestra mediación que es limitada. La capacidad física del albergue, el reducido presupuesto para su funcionamiento, el tamaño de la ciudad con su crecimiento desbordado, sólo nos permite responder a los llamados más angustiados.
Cuando se nos reclama para que recibamos aquellos animales que sus propietarios ya no quieren, se nos amenaza con tirarlos a la calle. Esto en detrimento de los que sí necesitan el albergue para sanar sus heridas, para encontrar refugio al maltrato recibido, para dar a luz a sus crías, para mitigar el hambre de tantos días.
De esta significativa población la mayoría son hembras. Como quién dice que no tienen otra opción en sus vidas. Al menos allí no sufren las consecuencias del desprecio y controlamos su población.
Por: Aníbal Vallejo Rendón, presidente de la Sociedad Protectora de Animales, Medellín -Colombia. Miércoles 26 de Julio de 1995. "EL MUNDO"
De ellos 57 eran perras de las cuales 4 estaban preñadas, 34 perros y 13 cachorros, 6 gatos, 16 gatas, 14 mininos, 8 presentaban fracturas por accidentes de tránsito y se practicó un promedio de dos eutanasias diarias.
Del total de la población sólo fueron adoptados 16 perros y 2 gatos. Esta es una pequeña parte de los casos que podemos atender. Los otros son lanzados a las calles a vivir en una incertidumbre de maltrato y crueldad. En el sector de la Minorista, incluida la Plazuela de Zea, la Avenida Regional del Rio, el barrio San Benito, son abandonados muchos caninos que presentan deficiencias físicas.
Como causas del abandono de los animales domésticos se detectan: vejez, preñez, problemas de piel, dificultades respiratorias, crías no buscadas, limitaciones económicas de los dueños, cambio de vivienda de sus propietarios, rechazo de alguno de los padres, oposición de las administraciones de las unidades de vivienda.
Y en el caso de los animales de la calle, el maltrato a que son sometidos por vecinos del lugar.
Es doloroso el caso atendido en el barrio Aranjuez de un perro quemado con agua caliente en varias ocasiones. Y en el Pedregal de un perro apaleado.
Normalmente se reciben varias llamadas para pedir nuestra mediación que es limitada. La capacidad física del albergue, el reducido presupuesto para su funcionamiento, el tamaño de la ciudad con su crecimiento desbordado, sólo nos permite responder a los llamados más angustiados.
Cuando se nos reclama para que recibamos aquellos animales que sus propietarios ya no quieren, se nos amenaza con tirarlos a la calle. Esto en detrimento de los que sí necesitan el albergue para sanar sus heridas, para encontrar refugio al maltrato recibido, para dar a luz a sus crías, para mitigar el hambre de tantos días.
De esta significativa población la mayoría son hembras. Como quién dice que no tienen otra opción en sus vidas. Al menos allí no sufren las consecuencias del desprecio y controlamos su población.
Por: Aníbal Vallejo Rendón, presidente de la Sociedad Protectora de Animales, Medellín -Colombia. Miércoles 26 de Julio de 1995. "EL MUNDO"
A MI TAMBIEN UN ANIMAL VECINO MIO, ME QUEMO MI GATICA CON AGUA CALIENTE EL DESGRACIADO ESE ....Y QUE HICIERON LAS AUTORIDADES NADA, QUE HIZO LA CASA DE LA JUSTICIA NADA... EN FIN PARECE QUE ES MEJOR HACERSEN LOS DE LA OREJA MOCHA.
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