lunes, 23 de febrero de 2009

REFLEXIONES SOBRE EL MALTRATO ANIMAL # 3

OPINIONES ECOLOGISTAS DEL TEOLOGO IAN BRADLEY

“Las Iglesias Occidentales, especialmente desde la reforma, han sido casi totalmente antropocéntricas en sus enseñanzas, y prácticamente no han tenido en cuenta los elementos no humanos de la creación de Dios. No es sorprendente que muchos de quienes, en los últimos años, se han preocupado seriamente por el mundo de los animales, de las plantas, de los ríos y de las montañas, a la hora de buscar apoyo e inspiración espirituales se hayan dirigido a las religiones orientales o a las creencias paganas antiguas.

Desde luego, a una persona preocupada por el medio ambiente le resulta más natural congeniar con las creencias del budismo, del hinduismo, del taoísmo, o con el culto a la Madre Tierra, que con el Cristianismo.

No se puede culpar a tantos y tantos que, al buscar un nuevo sistema de valores desde el que establecer las relaciones entre el hombre y la naturaleza, han prescindido del Cristianismo como posible fuente de una nueva ética ecológica”.

“Son principalmente tres los elementos de la Doctrina Cristiana Tradicional que han sido identificados, con razón, como los que más han contribuido a la crisis medio ambiental que padecemos. El primero - derivado del mandato de Dios a Adán, en la creación - es la idea de que la naturaleza existe exclusivamente para beneficio del hombre. El segundo es la imagen de Dios, propiciada por los intentos de alejar el Cristianismo de los cultos paganos panteístas, que tiende a representarlo como un dios totalmente trascendente, separado por completo del mundo creado por él y sin un interés ni un compromiso constantes por los elementos no humanos de su creación. El tercero es la concepción del mundo natural como una esfera de profanidad y de tinieblas, concepción derivada de las tradicionales distinciones dualistas entre materia y espíritu y, concretamente, de la doctrina sobre la “caída”.

HINCHAS DEL TORO

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