PorJuan Guillermo DuqueMedellín
Todo empezó al caer la tarde y comenzar la noche del miércoles. Se inició con una cadena de ladridos, como cuando un perro arranca y por todas partes otros hacen lo propio. Pero los amos, al notar que los perros vomitaban y chillaban, entraron en desespero. Laura Lezcano, la propietaria de Mike, dijo que el perrito empezó a inquietarse cuando estaban acostados en su casa. Ella le pareció extraño porque su perro era callado. Luego vomitó y corría como loco. Tumbó unas porcelanas y después se lanzó por el balcón."A la cuadra lo encontramos tirado. La muerte de un perro duele mucho", narró Laura.Ayer, la comunidad no salía de su asombro. Los dueños de los perros muertos los filaron uno a uno y se dieron a la tarea de convocar periodistas para contar lo sucedido.Había rabia y resentimiento. Los señalamientos iban y venían con nombres propios, porque estaban seguros que fueron envenenados. Así lo muestran todas las evidencias. El caso es repetido en la unidad.
“Mi papá fue el que se dio cuenta. El perro estaba raro y me levanté. Chillaba y no respondía. Perdió como el sentido. Lo cogí de las paticas y era deseperado, se chocó contra la silla. Le di aceite y leche, pero murió”.Diana Santamaría, habitante de la urbanización.
“Mi perrita se llamaba Muñeca y tenía cuatro años. Salió un rato y estaba lamiendo la manga. Entró a la casa normal y después empezó a chillar y a mover las patas. Se la llevaron en taxi al veterinario, pero murió. Siento mucha tristeza”. Julio César Caicedo, habitante de la urbanización.
En marzo la voz de alarma fue de la comunidad del barrio El Trianón de Envigado que rechazó el envenenamiento de dos mascotas y la circulación de volantes en contra de los animales.
Era, sin duda, una escena cruel, la que se vivía ayer en la urbanización Los Prados, del corregimiento San Antonio de Prado (Medellín), donde diez perros fueron envenenados. Así lo afirman sus propietarios.
PD.: NOTICIA PUBLICADA EN "EL COLOMBIANO" AÑO 2007
Todo empezó al caer la tarde y comenzar la noche del miércoles. Se inició con una cadena de ladridos, como cuando un perro arranca y por todas partes otros hacen lo propio. Pero los amos, al notar que los perros vomitaban y chillaban, entraron en desespero. Laura Lezcano, la propietaria de Mike, dijo que el perrito empezó a inquietarse cuando estaban acostados en su casa. Ella le pareció extraño porque su perro era callado. Luego vomitó y corría como loco. Tumbó unas porcelanas y después se lanzó por el balcón."A la cuadra lo encontramos tirado. La muerte de un perro duele mucho", narró Laura.Ayer, la comunidad no salía de su asombro. Los dueños de los perros muertos los filaron uno a uno y se dieron a la tarea de convocar periodistas para contar lo sucedido.Había rabia y resentimiento. Los señalamientos iban y venían con nombres propios, porque estaban seguros que fueron envenenados. Así lo muestran todas las evidencias. El caso es repetido en la unidad.
“Mi papá fue el que se dio cuenta. El perro estaba raro y me levanté. Chillaba y no respondía. Perdió como el sentido. Lo cogí de las paticas y era deseperado, se chocó contra la silla. Le di aceite y leche, pero murió”.Diana Santamaría, habitante de la urbanización.
“Mi perrita se llamaba Muñeca y tenía cuatro años. Salió un rato y estaba lamiendo la manga. Entró a la casa normal y después empezó a chillar y a mover las patas. Se la llevaron en taxi al veterinario, pero murió. Siento mucha tristeza”. Julio César Caicedo, habitante de la urbanización.
En marzo la voz de alarma fue de la comunidad del barrio El Trianón de Envigado que rechazó el envenenamiento de dos mascotas y la circulación de volantes en contra de los animales.
Era, sin duda, una escena cruel, la que se vivía ayer en la urbanización Los Prados, del corregimiento San Antonio de Prado (Medellín), donde diez perros fueron envenenados. Así lo afirman sus propietarios.
PD.: NOTICIA PUBLICADA EN "EL COLOMBIANO" AÑO 2007
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